Las razones del empate Vinotinto ante Ecuador

Caracas.- El empate 2-2 entre Venezuela y Ecuador que tuvo lugar el martes dejó un sabor agridulce en más de un hincha de la Vinotino, pero este resultado tuvo varios puntos claves.

La virtud de los ecuatorianos, la falta de incisividad de la zona creativa venezolana, la dependencia excesiva de Juan Arango y la buena actuación de la defensa y el portero Dani Hernández hicieron posible este resultado.

Aquí las razones del empate entre Venezuela y Ecuador:

Virtud del rival: Ecuador estuvo muy por encima de Paraguay, un seleccionado timorato que está lejos de ser aquel que estuvo a punto de eliminar a España en los cuartos de final de Sudáfrica 2010.

Los meridionales tuvieron mucho oficio y orden táctico, amén de los buenos contraataques que armaron gracias a su buena velocidad como colectivo.

Una vez pasado el temblor del primer cuarto de hora, Ecuador logró organizar sus líneas y poco a poco marcó la pauta del partido. Tras el empate de Segundo Castillo (min. 24) Venezuela no volvería a estar cómoda sobre el terreno.

Nula creación: Las bajas de César González por suspesión y Luis Manuel Seijas por lesión terminaron pesándole en demasíada a la Vinotinto.

Farías apostó por Édgar Pérez Greco y Evelio Hernández, quienes en el presente curso han destacado respectivamente con Lara y Anzoátegui, pero una vez más quedó en evidencia aquello que por demás es bien conocido: el campeonato venezolano está a años luz de nivel de la eliminatoria.

"El Flaco" intentó tomar la batuta del equipo, pero se mostró inefectivo y Evelio varias veces pecó de apresurado. De igual manera, el mediocampo tampoco fue capaz de suplir la baja de Tomás Rincón, lo que se tradujo en una torpe transición entre defensa y ataque.

En el complemento, se echó mano de Ronald Vargas, el único volante de garantías que quedaba en el banquillo, pero que viene recuperándose tras casi dos años de lesión.

Farías no quiso llamar a Yohandry Orozco por los pocos minutos que ha visto en Alemania, aunque el tiempo de juego que han tenido el zuliano y el mirandino son similares en lo que va de temporada.

Arango no puede hacerlo todo: Consecuencia del punto previo,  el juego de Venezuela de la mitad para arriba pareció reducirse a un monólogo del capitán Juan Arango.

El célebre '18' venezolano generó casi todas las ocasiones de la Vinotinto, con la única excepción de una llegada dentro del área de Josef Martínez.

El volante de Borussia Moenchengladbach anotó con un soberbio remate desde 30 metros. Posteriormente exigió al meta Domínguez con un tiro libre, mandó un tiro libre al larguero y terminó por generar más de un susto con sus disparos desde el perimetro.

Sin embargo, el resto de equipo no lo acompaño. Martínez corrió y dio la batalla, pero no pasó de ser un estorbo la mayoría de las veces y Salomón Rondón no recibió un sólo balón franco dentro del área. El delantero del Rubín Kazán ruso la mayoría de las veces tuvo que retroceder hasta la mediacancha a buscar sus balones.

Dani Hernández y la defensa cumplieron: Ecuador no fue muy ambicioso en su propuesta y sus ocasiones fueron contadas, pero cuando tocaron la puerta venezolana casi siempre consiguieron una respuesta adecuada del dispositivo defensivo.

El portero del Valladolid Dani Hernández tuvo una destacada actuación pese a lo poco que mostró el rival. El guardameta, que es banca en su equipo en España, logró contener los disparos ecuatorianos con mención especial a dos atajadas a Jefferson Montero y Michael Arroyo en el complemento que evitaron males mayores.

Con la salvedad del gol de Castillo, en el que se mostró lenta y permisiva, la zaga estuvo a la altura del compromiso, con mención especial para Fernando Amorebieta, quien logró apagar varios incendios con intervenciones a veces acrobáticas.

Roberto Rosales se vio poco activo en el ataque, pero cumplió con la misión de ahogar al peligroso Antonio Valencia, verdugo de la Vinotinto en el juego de ida en Quito, mientras Alexander González tuvo destellos importantes cuando subió al ataque.

Faltó sorprender: La Vinotinto ha apostado varios veces al balonazo como pieza central de su juego o a los contraataques para desarmar a las defensas rivales.

El reciente triunfo ante Paraguay o el agónico empate ante Colombia en Barranquilla dan fe de ello, pero ante Ecuador nada de eso se vio.

Rondón y Martínez recibieron varios pases filtrados, pero rara vez pudieron tomar desprevenidos a sus marcadores debido a la velocidad de los ecuatorianos.

Igualmente, por las bandas Rosales y Alexander González intentaron en varias ocasiones desbordar, pero se quedaron cortos ante la rapidez de sus marcadores.

Privados del factor sorpresa, los nuestros parecieron quedarse sin ideas. Salvo por el que quizás el jugador más pausado de la Vinotinto, el capitán Juan Arango, que a la larga fue el único referente de ataque.

Redacción

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